Si tan solo
supieras que daría mi vida por tenerte acá.
Mirando por
encima de mi hombro lo que escribo.
Me pregunto
¿que nos paso?
Siento que
fue anoche la primera vez que te vi.
Ese maldito
destino que me cruzo con vos, bajo un escenario.
No quería
enamorarme y jugué con tu fuego,
Te deje
jugar, me permití jugar… hasta quemarme la cabeza.
Pasó el
tiempo y con el tiempo ese juego fue creciendo, volviéndose más real.
Aposté a
todo, te mostré lo que fui, lo que soy y lo que puedo llegar a ser.
Encontré en
la persona menos pensada, el verdadero amor.
Ese que
perdona hasta lo más doloroso, que agacha la cabeza, que quiere sin prejuicio.
Me enamore
de vos y de cómo soy yo cuando estas conmigo.
Te extraño
tanto, me sigo culpando por lo que no se dio…
Pasa el
tiempo y te sigo pensando, llorando.
Intento ser
fuerte, superarte…pero no puedo!
Desearía
borrarte de mi memoria, desearía no amarte tanto.
Quise
buscar el calor de tu cuerpo, en otros cuerpos….solo sentí frió.
Busque
remplazar tus besos con otros besos, pero el intento fue en vano.
Intente
alejarme de vos, y encontré todas las noches en mis sueños.
Deseo tu
máxima felicidad, aunque me pese saber que no voy a poder ser yo la mujer que
te acompañe, que este cuando lo necesites, y cuando no lo necesites solo quede
sumisa ahí, contemplándote sentada.
No voy a
poder encontrarte al final del día, recostados en la cama.
Ni voy a
ser yo, la que se deslumbre por las mañanas al verte despertar.
No fui yo
la mujer que te quito el sueño; Ni la que compartió con vos tantos años.
No soy la
mujer que conserva tu foto o es la protagonista de alguna canción.
Pero te
amo, con tus virtudes y tus defectos.
Te extraño
en cada momento. Soy quien añora tenerte por las noches y desea admirarte por
las mañanas.
Me hago
cargo de todo lo que no pude darte, de todas mis reacciones que solo me
alejaron de vos.
Puedo
asumir que me equivoque muchas veces, y que perdone por demás.
No pretendo
que me entiendas, ya no.
Hay
momentos en los que me pongo a pensar y ni yo logro entender con claridad,
que generaste en mi, que quede tan atada
a ti!
Deje prejuicios,
ideales, deje de pensar y me entregue.
Como se
entrega la luna a la noche estrellada.
El sonido
del mar, al mismísimo mar…
Necesitaste las llamas sin el fuego, Y estar
clavado en mí, sin que te sienta.
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