viernes, 7 de septiembre de 2012

Necesitaste las llamas sin el fuego, Y estar clavado en mí, sin que te sienta.



Si tan solo supieras que daría mi vida por tenerte acá.
Mirando por encima de  mi hombro lo que escribo.
Me pregunto ¿que nos paso?
Siento que fue anoche la primera vez que te vi.
Ese maldito destino que me cruzo con vos, bajo un escenario.
No quería enamorarme y jugué con tu fuego,
Te deje jugar, me permití jugar… hasta quemarme la cabeza.
Pasó el tiempo y con el tiempo ese juego fue creciendo, volviéndose más real.
Aposté a todo, te mostré lo que fui, lo que soy y lo que puedo llegar a ser.
Encontré en la persona menos pensada, el verdadero amor.
Ese que perdona hasta lo más doloroso, que agacha la cabeza, que quiere sin prejuicio.
Me enamore de vos y de cómo soy yo cuando estas conmigo.
Te extraño tanto, me sigo culpando por lo que no se dio…
Pasa el tiempo y te sigo pensando, llorando.
Intento ser fuerte, superarte…pero no puedo!
Desearía borrarte de mi memoria, desearía no amarte tanto.
Quise buscar el calor de tu cuerpo, en otros cuerpos….solo sentí frió.
Busque remplazar tus besos con otros besos, pero el intento fue en vano.
Intente alejarme de vos, y encontré todas las noches en mis sueños.
Deseo tu máxima felicidad, aunque me pese saber que no voy a poder ser yo la mujer que te acompañe, que este cuando lo necesites, y cuando no lo necesites solo quede sumisa ahí, contemplándote sentada.
No voy a poder encontrarte al final del día, recostados en la cama.
Ni voy a ser yo, la que se deslumbre por las mañanas al verte despertar.
No fui yo la mujer que te quito el sueño; Ni la que compartió con vos tantos años.
No soy la mujer que conserva tu foto o es la protagonista de alguna canción.
Pero te amo, con tus virtudes y tus defectos.
Te extraño en cada momento. Soy quien añora tenerte por las noches y desea admirarte por las mañanas.
Me hago cargo de todo lo que no pude darte, de todas mis reacciones que solo me alejaron de vos.
Puedo asumir que me equivoque muchas veces, y que perdone por demás.
No pretendo que me entiendas, ya no.
Hay momentos en los que me pongo a pensar y ni yo logro entender con claridad, que  generaste en mi, que quede tan atada a ti!
Deje prejuicios,  ideales, deje de pensar y me entregue.
Como se entrega la luna a la noche estrellada.
El sonido del mar, al mismísimo mar…
Necesitaste las llamas sin el fuego, Y estar clavado en mí, sin que te sienta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario