lunes, 30 de marzo de 2015

Cuando era chica le tenía mucho miedo a "Pedrosa".
Este ser en cuestión era un personaje ficticio creado por mi tía  Tota.
Recuerdo muy bien que a la hora de la siesta, Tota solía acostarnos en la cama a contarnos grandes historias de chicos desobedientes.

Pedrosa era un señor que pasaba en la hora de la siesta a "robar" a los chicos que no dormían  , ni obedecían a sus mayores.
Los llevaba a el campo y los hacia arrodillar sobre maíz hasta dejar sus rodillas en carne viva.

Durante mucho tiempo sentí miedo por Pedrosa.
Hasta que supe que era un cuento más de los tantos que mi tía solía contarnos.

Cuando uno es chico, la cabeza y el corazón  son como una "esponja" sin humedecer...cada suceso,  cada temor,  progreso, enseñanzas y demás son como pequeñas gotitas de agua que absorbemos.

A medida que crecemos, vamos seleccionando "gotitas". Mejor dicho. Intentamos!

De chica , mi mayor temor era Pedrosa, la oscuridad y la ausencia de mi mamá.

"La salud, el futuro, las opiniones,  los fracasos, la política,  la inseguridad, los amores, etcétera" , No eran de mí importancia.

Con el paso de los años...mi esponja fue absorbiendo gotitas más grandes.

Un día mi tía Tota se fue...

Recuerdo perfectamente aquel día.
No entendía porque todos lloraban.

Había fallecido. Yo tenía tan solo 9 años.
Cuanto desconcierto...
Luego siguió mi abuelo, Mi tía.
Y con cada pérdida mi temor fue aumentando.

Mis prioridades ya no eran las mismas.

Empecé a conocer las responsabilidades.

Mi mamá siempre me decía:

"Tenes que ser responsable de tus actos"

Algunas veces esos actos venían acompañados de temores. Otras no!

Ese miedo a lo nuevo. Lo desconocido.

Ya había entendido que no somos eternos. Incorporando así una nueva gota a mi gran esponja.

Cuando crecemos vamos adquiriendo sensaciones variadas.
Tenemos que asumir responsabilidades nuevas. Conocimientos. Experiencias...

Miedos...aceptar que el mundo del adulto es otro.

"Tenemos que estudiar para ser alguien"

"Trabajar a diario para poder vivir "

Trabajar duro para la casa propia. El auto, el celular, la computadora. Vestir lo mejor posible.
Tenemos una pareja...vivimos el día a día,  proyectamos. Soñamos...
Queremos más...cuando crecemos, crecen nuestras ambiciones. Nuestros sueños cambian.
Nos exigimos  por demás.

Al crecer nuestra ambición, crece el temor.

Soñar, aspirar y luchar por conseguir aquello que tanto deseamos esta perfecto.
Pero algunas veces me pregunto:

¿De qué nos sirve?

Hoy viví una situación especial.
Tuve la dicha de intercambiar unas palabras con una mujer de mi edad que padeció un trasplante de médula.
Pude notar su temor. Su experiencia,  por como se manifestó en sus actos debe haber sido muy difícil.

No pude dejar de pensar en ella.

En dos horas que la vi, tomó mil recaudos para proteger su salud.

De hecho, cuando la fui a saludar me dijo:

"A vos te doy la mano porque tenes mucha tos"

Quede perpleja...

Me quedé pensando en el miedo de esta chica de vivir, aún estando viva.

El temor a volver a padecer...

Cuantos de nosotros caminamos por la vida como robots. Sin pensar que podemos no estar en tan sólo un suspiro.

La vida se nos va mientras nos
Levantarnos para trabajar. Estudiar. Hacer deporte. Cumplir con eventos sociales. Una pareja, visitar un amigo y seguir. Algunos tienen la dicha de viajar...pero casi todos funcionamos con un mismo objetivo.
Progresar/tener más...

Hace  tanto que no le doy un beso a mi mamá.
Cuánta gente que tengo presente en mi vida y perdí contacto , por la "rutina".

La rutina la gran mayoria de las veces no me deja ser yo...no me alcanza el tiempo!
Hoy me imaginé como quiero vivir mi vida.

Soy una mujer sana, creo que todavía estoy en mi "sano juicio". Tengo algunos miedos, como todos.
Mis mil defectos y mis mil virtudes. La capacidad de pedir perdón y de reconocer mis defectos.
Tengo mis broncas, mis alegrías.  Mis ausencias y mi cuota de egoísmo.

Cada día tengo menos ambiciones.
No logre deducir que tan bueno es...

Si vieja, no sos vos. Gracias por educarme...

Soy yo que elijo ver la vida de otra forma.

Hoy solo puedo decir que desde que redujeron mis exigencias, mis miedos fueron perdiendo peso.

Hoy elijo ver todo de está forma.

No tengo idea cuando tiempo voy a estar en este mundo.
Solo se que mientras forme parte de él,  voy a darle valor a lo único que va a viajar en mi valija el día que me toque partir....recuerdos, conocimientos y lo verdaderamente indispensable , los sentimientos. Para con mis afectos y para conmigo.
El resto,  es prestado.

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