Hoy me di cuenta que no se querer.
No sabemos querer...
Vivimos buscando amor, ese amor que cuando aparece descuidamos.
¿Cuántos de nosotros sufrimos el desamor en carne propia?
Se supone, que el que quiere no debe lastimar.
Querer es aceptar que no todos funcionamos igual frente a los sentimientos. Pero aún así, todos esperamos lo mismo.
La mujer de nuestras vidas....el hombre de nuestros sueños.
Y cuando aparece ¿Qué hacemos?
Hacemos lo posible para encontrar el defecto. El error!
El famoso auto-boicot
Hoy iba caminando por la calle. Pase por un colegio y había una nenita chiquita llorando.
Quería ir a la plaza y le decía a la madre que ella no la quería.
Su mamá le decía que no era posible ir a la plaza. Que tenia cosas que hacer.
La nena miro a su mamá y le dijo:
"Querer también es tener tiempo para llevarme a la plaza"
No pude evitar presenciar esa escena. Hoy en particular tuve un día demasiado sensible.
Quede perpleja...continúe mi marcha pensando.
No sabemos querer...
Priorizamos cualquier pavada antes que el momento.
Ese instante en que podemos querer y dejarnos querer.
Cuanto más vale una sonrisa por felicidad.
Cuanto mejor se siente el corazón cuando nos permitimos querer...cuando queremos.
Inevitablemente me acorde de todos los que lastime aún queriendolos. De todos los que decían quererme y terminaron lastimandome.
En que mundo vivimos!
Las prioridades siguen siendo erróneas.
A cuantos nos gustaría recibir ese abrazo. Un mimo al alma.
Cuanto más fácil sería no lastimar.
Vivo escuchando a gente quejarse porque el amor de su vida o la persona que buscan no llega. Pero cuando esto ocurre...la dejan pasar.
La descuidan.
Me incluyo!
Algunas veces, tener este tipo de pensamientos me generan mucha vergüenza.
¿Seré la única persona que piensa así?
Tal vez nací demasiado Susanita.
Pero es inevitable...lo veo todo el tiempo.
Lo viví...llegue a pensar que a veces es mejor no querer. No dejarse querer, pero es imposible.
Desde que el mundo es mundo. Los sentimientos son inevitables.
Lo único evitable es el engaño. Para con los otros, pero sobre todo para con uno mismo.
Así que si lees esto. Si tenes a quién querer, no pierdas tiempo. Decilo sin temor.
Sea quién sea esa persona...
El momento justo es ese que ocurre cuando lo sentimos.
Pensa que mañana puede ser demasiado tarde.